Un juanete es una prominencia en el costado medial del pie, a nivel de la articulación del dedo gordo entre la falange y el primer metatarsiano. El dedo gordo, en algunos casos, puede estar desviado hacia los dedos pequeños comprometiendo y/o afectándose la posición de éstos.
Generalmente existe una predisposición genética, heredándose el tipo de pie que predispone al juanete. Los pies planos, pronados o excesivamente flexibles son unos pies propensos a desarrollar juanetes u otras alteraciones.
Otras causas pueden ser traumatismos, artritis reumatoide y enfermedades neurovasculares.
Además, en pies con cierta predisposición, el zapato facilita el desarrollo del juanete, motivo por el que las mujeres, debido al tipo de calzado que usan, sufren más de esta patología.
Muchas veces el dolor no se corresponde con la deformidad; juanetes prominentes pueden ser poco dolorosos y pequeñas deformidades pueden provocar dolores intensos.
Normalmente el dolor se desarrolla por roce del calzado que provoca enrojecimiento e inflamación y que puede terminar en una bursitis. Con el paso del tiempo el dolor se hace más intenso, dificultando el caminar o incluso el calzarse correctamente.
Cuando el dolor no es muy intenso, el tratamiento conservador es la mejor opción. El cambio de calzado, más ancho y cómodo, con tacón bajo, resulta eficaz. Medicación y cremas antiinflamatorias ayudan a eliminar el dolor.
Cuando el tratamiento conservador no resulta y el calzarse empieza a ser problemático, el tratamiento quirúrgico es la mejor opción.
Los dedos en martillo son deformidades estructurales, más frecuentes en el 2º y 3º, son dedos curvados en la articulación central. Si la curvatura es doble, central y distal, son dedos en garra. La curvatura del dedo provoca mayor roce en el calzado, formándose un callo e inflamación consecuente.
Cuando el dolor es muy moderado el tratamiento conservador puede ser efectivo. Utilizar zapato más ancho que permita la movilidad de los dedos, así como descargas y siliconas digitales ayudan a mejorar. No aconsejamos el empleo de callicidas, debido a que queman el tejido sano, pudiendo provocar úlceras e infecciones.
Cuando el tratamiento conservador no funciona o no se puede calzar confortablemente, se recomienda el tratamiento quirúrgico.
La onicocriptosis, también conocida como uña encarnada, es causada por la hiperpresión en lámina ungueal, acompañada habitualmente de una infección que genera pus. Además, siempre se observan procesos inflamatorios alrededor de la zona afectada.
Inicialmente, aparece un ligero dolor en el borde interno de la uña que aumenta al caminar y que se puede agravar por el uso de zapatos estrechos. Los dolores son ligeros e intermitentes y se incrementan con la mínima presión. La piel adquiere entonces signos inflamatorios.
En ocasiones, aparece una pequeña inflamación con pus en esta misma zona que tiende a extenderse por encima o por debajo de la uña y causar un dolor insoportable.
Cuando el dolor es muy moderado el tratamiento conservador puede ser efectivo. Utilizar zapato más ancho que permita la movilidad de los dedos, así como descargas y siliconas digitales ayudan a mejorar. Tratamientos conservadores, que se utilizan en los estadios iniciales de la patología y pueden emplearse técnicas de reeducación de la uña, fresado y reconstrucción de los canales ungueales, la eliminación de la uña de forma indolora.
Tratamientos quirúrgicos en los que se utilizan técnicas seleccionadas para cada caso. Hay una variedad de intervenciones quirúrgicas que, con anestesia local, permiten tratar la patología de un modo eficaz y con una recuperación rápida.